Distintos aspectos preventivos sobre riesgos laborales y viales, por José Luis Pedragosa
VISIÓN CERO: … Is this a dream?
Conseguir la igualdad social absoluta en un país de tantos contrastes como USA viene siendo cuestión de siglos…. pero en momentos determinados y con protagonistas firmes y con fe, el país ha avanzado de manera considerable, no sin sobresaltos, altibajos e incomprensiones… El I have a dream de Martin Luther King era un sueño si, pero con la firme voluntad de hacerlo realidad.. La Visión Cero en accidentes laborales y en accidentes de tráfico puede parecer un sueño o una utopía, pero si es expresión de voluntad mayoritaria, se trata de un camino posible, salvando los obstáculos de algunos (por suerte pocos) responsables cortos de miras, cómodos en sus sillas, insensibles a los problemas y en el fondo, vagos.
Muchos de los responsables de seguridad vial se vienen imponiendo cada vez con más frecuencia el objetivo de, no tan solo reducir los accidentes y víctimas de tráfico, sino últimamente, y no se amilanan en decirlo con más énfasis y convicción, en eliminarlos. La VISIÓN CERO escandinava ya no avergüenza citarla, casi siempre como cabecera de discurso o como meta finalista, filosófica o no, utópica o no, pero la dicen. El discurso histórico de que solo con que consigamos impedir un muerto en accidente de tránsito ya vale la pena el esfuerzo realizado, se va transformando en el otro discurso de que tarde o temprano llegaremos a conseguir, primero cero muertos, segundo los cero lesionados y tercero los cero accidentes.
En el fondo todos somos conscientes de que el accidente de circulación tiene componentes de imprevisibilidad, y en ocasiones de aleatoriedad que nunca permitirán el control total de su no ocurrencia. Los límites de las leyes de la física, de las resistencias de los materiales y de las componentes de salud física, psíquica y mental de las personas a las solicitudes del movimiento y a las conversiones de la energía, hacen al vehículo circulante sobre la vía pública un elemento vulnerable y un conjunto imperfecto susceptible del fallo, del error y de la infracción. Es verdad que, una vez ocurridos, se comprende que todos los accidentes son evitables (hubieran sido evitables) pero los límites de recursos de los órganos responsables de la seguridad vial y las componentes sociales tampoco ayudan a alcanzar horizontes de seguridad total. La educación, el trabajo, el ocio, la calidad de vida, el ahorro, la convivencia, la comprensión, la competitividad, ….no son factores que ayuden ni tan siquiera a pensar en mantener una visón cero sueca… como máximo UN DÍA SIN ACCIDENTES…. lema que en tan corto período de tiempo parece más asumible…… o la EMPRESA SIN ACCIDENTES que permite concentrar prevención en colectivos más reducidos….. Hay marcas de vehículos que ya venden el ningún muerto conduciendo esta marca haciendo marketing con los elementos de seguridad activa y pasiva de sus automóviles….
Pero desengañémonos, aunque pueda ser lícito tener un sueño como Martin Luther King de que llegará un día en el que trabajando bien la prevención y la seguridad no habrán accidentes ni víctimas, no estamos en condiciones de proponer de manera real y operativa un programa que se comprometa a eliminar accidentes y víctimas de tráfico. Puede admitirse como mensaje subliminal o filosófico político a eterno plazo pero no parece aceptable aun incluirlo como objetivo en los planes de seguridad vial. Porque aparte del CERO ABSOLUTO que propugna la visión cero hay otros CEROS RELATIVOS que pueden erigirse como peldaños factibles de conseguir aunque se muevan dentro del siempre inevitable marco de la imperfección material y personal.
A quienes vienen repitiendo en favor de la libre velocidad máxima en la vía pública o defendiendo el incremento de los límites máximos de velocidad y que con sarcasmo arremeten contra quienes reclaman imponer la moderación en la circulación diciendo que con todos los vehículos parados no habrían accidentes, conviene recordarles que a partir de los 87 Kms/h de velocidad media de una red vial interurbana y de flujo continuo, el incremento de la accidentalidad es un hecho estadístico irrefutablemente demostrado y que por lo tanto lo ideal para la seguridad vial es conseguir una circulación homogénea y equilibrada que tienda a agrupar el ritmo de los vehículos circulantes alrededor de los 87 Kms/h (Highway Capacity Manuel USA) o por ser más decimales, a 90 Kms/h. Circular en bloque, en paquete, en grupo, de acuerdo en mantenerse a una velocidad cómoda, práctica, segura y convivencial, es la mejor respuesta a la evitación de riesgos de accidente en la movilidad. Y eso significa circular de manera compacta tendiendo a un VELOCIDAD RELATIVA CERO. Ese ya es un cero más razonable, objetivable y conseguible. Es ese tipo de ceros que pueden y deben de citarse en los planes de seguridad vial. Alcoholemia cero, No uso de elementos de protección (caso, cinturón de seguridad) cero….
Y esos objetivos no son un dream…. son seguridad vial real.
Jose Luis Pedragosa
Ingeniero Industrial Superior. Por oposición, de la Escala Técnica de la Dirección General de Tráfico. Por oposición, del Cuerpo de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Profesor colaborador de investigación y reconstrucción de accidentes de tráfico de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) Coordinador del Area de de tráfico y seguridad vial del CERPIE de la UPC. Miembro de la Comissió d’Enginyers a les Administracions Públiques del Colegi d’Enginyers Industrials de Catalunya. Miembro del Grupo GT-68 del Consejo Superior de trafico de la DGT en seguridad laboral vial.
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