MESA del WPF (World Peace Forum Barcelona 23): SALUD MENTAL PARA LA PAZ Y EL DESARROLLO
ORGANIZA: MIESES Global Y HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS – Barcelona
Objetivo: La Salud es el bien más preciado para la vida de las personas y organizaciones. Gran parte de la población laboral está aquejada de problemas de Salud Mental, siendo tal materia una cuestión de especial interés para organismos internacionales y gobiernos en sociedades avanzadas. Su origen está debido en gran medida a una insuficiente prevención psicosocial en un modelo de desarrollo neoliberal que genera desigualdades, empeoramiento de las condiciones de trabajo y graves daños ambientales. La sesión estableció un debate con expertos en la materia para generar organizaciones saludables y con resiliencia, en las que prime el Cuidado y la Prevención de este tipo de daños. Todo ello a fin de que las personas se sientan útiles y respetadas, se impliquen en el proyecto empresarial y encuentren significado en sus actuaciones para crecer y desarrollarse, generando Prosperidad. Solo así las organizaciones tendrán un futuro esperanzador que contribuya a generar justicia social y paz.
Ubicación fecha: Hospital San Juan de Dios, Esplugues, Barcelona, 24 de noviembre de 2023
Moderadora: Renée Scott, Mieses Global
PONENTES:
ANABEL FERNANDEZ FORNELINO
Lcda. en Administración de Empresas, PDD ESADE, Master en sistemas integrados de Gestión. Founder & CEO en Affor Health, primera empresa BCorp en Salud Mental, líder en Prevención Psicosocial y desarrollo de programas de Salud ocupacional en organizaciones. Está asentada en todas las Comunidades Autónomas de España y en diferentes países de América latina.
La ponente expuso brevemente su trayectoria profesional que la llevó a crear AFFOR, empresa de referencia en Prevención Psicosocial y formar parte de los colectivos BCorp y MIESES, por su compromiso social por la Sostenibilidad.
La salud mental es una realidad presente en el trabajo que es necesario abordar porque afecta a la salud de las personas y, también, a la imagen y al rendimiento de las empresas. Desde esta perspectiva, sería deseable que las organizaciones no se centren solo en evitar enfermedades y accidentes, sino también en promover empresas saludables y trabajadores sanos en las tres dimensiones, física, mental y social para prevenir los riesgos asociados al trabajo como el estrés, la ansiedad, la fatiga o el desgaste laboral o síndrome de burnout. El estrés es el segundo problema de salud más frecuente entre los trabajadores europeos, tras los trastornos musculoesqueléticos, según Eurostat. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que más de un 25% de la población sufrirá algún trastorno de salud mental en algún momento de su vida, siendo ya la segunda causa de enfermedad e incapacidad en el mundo desde 2020.
Su intervención puso en valor la evaluación e intervención Psicosocial y se desarrolló
fundamentalmente dando respuesta a las siguientes preguntas formuladas por la moderadora
¿Existen aparte de los modelos de gestión psicosocial conocidos en nuestro país, existen en el mundo otros de los que poder aprender o incluso replicar?
Quiero destacar el protocolo de vigilancia psicosocial de Chile que reúne las siguientes características:
- La salud psicosocial se trata como un problema de salud pública, por lo que las Eval. de Riesgos Psicosociales son obligatorias y las realizan las mutuas a todas las empresas.
- Se establecen baremos de normalidad por sector y si una empresa se excede en absentismo y resultados negativos se imponen pluses de cotización adicional.
- Permite construir un barómetro/termómetro de salud mental y analizar la evolución por sectores de actividad.
Los actuales índices de afectación por TMC y su larga duración en días son preocupantes, ¿podemos estar ante un colapso del sistema nacional de salud?
Los problemas de salud mental no paran de crecer: índice de absentismo, jornadas perdidas, pero también suicidios (8.40/100.000 en España).
Nuestro SNS no cuenta con recursos para hacer frente a esta pandemia, de ahí la importancia que desde las empresas podamos impulsar Políticas en promoción de la salud.
https://datosmacro.expansion.com/demografia/mortalidad/causas-muerte/suicidio
¿Cómo podríamos desde las organizaciones contribuir a aminorar estos índices? Los centraría en tres acciones esenciales:
1) Evaluar los riesgos psicosociales para identificar condiciones de trabajo que sean perjudiciales a la salud. Tomar conciencia del impacto y contribución que podemos hacer (estudio Pérez-Zapata, Comillas 2021 – Reducción del 60% de la afectación por salud mental).
Se identifican con especial importancia, 8 factores relacionados con las condiciones de trabajo:
- el número de horas semanales de trabajo
- un salario suficiente para cubrir imprevistos
- la posibilidad de reclamar mejores condiciones de trabajo sin miedo a represalias
- tener que trabajar rápidamente
- atender varias tareas al mismo tiempo
- las relaciones sociales
- las situaciones de conflicto
- la sensación de realizar un trabajo útil
2) Trabajar en prevención y promoción de la salud. Psicoeducación.
3) Detección precoz en los exámenes de salud periódicos y establecer itinerarios de acompañamiento específicos.
JOSÉ FRANCISCO MARTÍNEZ-LOSA TOBÍAS
Director de Audit & Control Estrés S.L. empresa pionera en España en prevención de riesgos psicosociales y estrés, fundada en 2000. Lcdo en Pisoclogía (Universidad de Salamanca) y MBA- EMP (European Management Program) por la Univesidad de Deusto, ESC Nantes Atlantique y Strathclyde Graduate Business School; Experto en condiciones psicosociales, resiliencia organizacional, y competencias resilientes y de afrontamiento del estrés. Es responsable del área de formación de MIESES Global. Actualmente, aplica su modelo de comportamiento organizacional resiliente, R3.0 Psicosocial, para mejorar la gestión de las condiciones psicosociales relacionadas con la salud mental y el engagement, y para diagnosticar y desarrollar competencias de afrontamiento proactivo del estrés (AFRONTA R3.0) y de liderazgo resiliente y saludable (LIDERA R3.0).
El ponente no pudo participar en la sesión ante una emergencia, si bien nos aportó las siguientes reflexiones a los interrogantes planteados.
¿Cómo pueden contribuir las empresas a la paz mundial desde la prevención de los riesgos psicosociales y la gestión de la salud mental?
Las empresas y organizaciones que incluyen en su estrategia la gestión positiva de las condiciones psicosociales (más allá de la prevención de los riesgos psicosociales y la promoción/gestión de la salud mental) pueden desempeñar un papel fundamental en la construcción de un entorno más pacífico y armonioso a nivel global. Algunos argumentos que respaldan esta idea son: Quizás el factor que más contribuya al bienestar psicosocial sostenible en el trabajo sea encontrar sentido y propósito al trabajo, que en una organización saludable (sostenible) y responsable es compartido.
Favorece y alienta las relaciones sociales positivas (el apoyo social), la confianza, la comunicación abierta, la transparencia, la empatía, el agradecimiento y el perdón, permitiendo construir relaciones sólidas, reducir los conflictos y contribuir a un clima positivo (y más pacífico).
Identifica y estimula las fortalezas de las personas, generando más motivación, compromiso y experiencias positivas (flow, engagement), y las combina para generar conocimiento colectivo. Esta forma de actuar ayuda a la eficacia y eficiencia de los procesos, pero sobre todo estimula la innovación, la creatividad y el afrontamiento proactivo colectivo que prepara a la organización frente a las dificultades y desafíos. Una organización más resiliente es más próspera y sostenible, favorece la continuidad de la fuerza laboral y contribuye a la estabilidad económica de su entorno.
Las organizaciones resilientes y saludables (R3.0 Psicosocial, Martínez-Losa) favorecen entornos menos distresantes y ayudan a crear una cultura organizacional más positiva y colaborativa, fomentan la diversidad e inclusión, fomenta la cooperación entre empleados de diversas culturas, ideas, fortalezas, etc., contribuyendo así a la paz social.
Las empresas comprometidas con la gestión positiva de las condiciones psicosociales y la salud mental demuestran un alto nivel de responsabilidad social, mejoran su reputación y pueden servir de modelo para otras organizaciones, contribuyen también a la salud mental en la sociedad, por lo que pueden tener una importante contribución en la salud y el bienestar social.
¿Desde tu experiencia como consultor, cuáles son las condiciones psicosociales que contribuyen más a la salud mental y el bienestar en la organización?
Creo que lo primero es crear una cultura de confianza en las personas. Las empresas deben entender que un clima y unas buenas prácticas que valoren y potencien la comunicación, la participación, la colaboración y cooperación, la inteligencia y conocimiento compartidos, predisponen a trabajar en común para afrontar los desafíos y la resolución conjunta de los problemas.
El segundo factor, es el papel que juegan los líderes asumiendo esa cultura y esas prácticas y transmitiéndola a los equipos. Quizás este sea el factor que más trabajamos en intervención psicosocial. De hecho, llevamos años trabajando en un modelo de competencias de liderazgo resiliente y saludable que acabamos de renovar.
Casi todas las condiciones psicosociales están relacionadas con la práctica del liderazgo, voy a enumerar las principales:
Cargas de trabajo equilibradas y estimulantes, que utilicen las competencias y fortalezas de las personas de los equipos, doten de sentido de importancia al trabajo y ayuden en el crecimiento profesional. Que se tengan en cuenta las opiniones favoreciendo la participación, colaboración, cocreación, innovación, etc. y reduciendo el conflicto de rol.
Favorecer el reconocimiento individual y colectivo, y el apoyo social y las relaciones positivas.
Preocuparse directamente por el bienestar de los miembros del equipo y del equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
Gestionar el estrés y las emociones del equipo, favoreciendo también el afrontamiento colectivo y desarrollando la capacidad de resiliencia del equipo.
Gestionar los conflictos personales, el respeto, la tolerancia, la aceptación de las opiniones diversas, etc.
¿Por favor, podrías profundizar en cómo debe ser un líder resiliente y saludable?
El modelo LIDERA R3.0 busca el impacto positivo del líder sobre el comportamiento de las personas de un equipo. Para ello, incorpora competencias de liderazgo que facilitan la construcción de un espíritu colectivo resiliente y un marco de trabajo y de relaciones que minimiza las experiencias negativas de estrés e incentiva las estrategias y actuaciones de afrontamiento individuales y colectivas.
Va más allá de la acción reactiva y preventiva, y estimula y premia los comportamientos proactivos para hacer frente a la incertidumbre y a las futuras dificultades y novedades, y las acciones para innovar y crear oportunidades en entornos complejos y disruptivos.
LIDERA R3.0 valora las competencias necesarias para que los líderes gestionen eficaz y eficientemente el bienestar psicosocial de las personas de su equipo, estimulando y apoyando los comportamientos resilientes y cooperativos, y contribuyendo a la prosperidad y sostenibilidad de la organización.
Está dirigido a cualquier responsable de equipos de personas: directores, jefes y mandos intermedios, e incluye varias facetas: gestionar el estrés, promocionar el bienestar subjetivo y desarrollar la resiliencia individual y del equipo, y contribuir en la construcción de una organización resiliente.
Incluye las siguientes 13 COMPETENCIAS que se agrupan en cuatro factores:
– VISIÓN COMPARTIDA Y LIDERAZGO PROACTIVO
– GESTIÓN PROACTIVA DEL TRABAJO
– PARTICIPACIÓN Y DELEGACIÓN
– ESTIMULO DEL TALENTO, LA DIVERSIDAD Y LA COOPERACIÓN
– ESTIMULO DE LA CREATIVIDAD E INNOVACIÓN
– INTEGRIDAD
– CONSIDERACIÓN Y DEFERENCIA (RESPETO)
– EMPATÍA Y COMPROMISO
– ACCESIBILIDAD Y SOCIABILIDAD
– MANEJO DEL ESTRÉS Y LAS EMOCIONES
– SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
– GESTIÓN DE LOS CONFLICTOS INTERPERSONALES
– RESPONSABILIDAD EN SITUACIONES DE CONFLICTO INTERPERSONAL
MARIO GABRIEL CICCOROSSI
Agente de Atención Espiritual del Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER) del Hospital San Juan de Dios desarrollando su actividad asistencial en la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos y Oncología Pediátrica del mismo hospital. Es Licenciado en Pedagogía por la Universidad CAECE de Buenos Aires, Argentina; Profesor de Filosofía y Ciencias de la Educación por el Consejo Superior de Educación de Buenos Aires, Argentina y Licenciado en Teología por la Facultad de Teología de Cataluña. Asimismo, hizo el Máster de Educación en Valores y Ciudadanía en la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona y el Máster de Espiritualidad Transcultural en la Fundación Vidal y Barraquer Universidad Ramón Llull (URL). Es docente universitario en el ámbito de la interculturalidad, el duelo migratorio y la integración de la espiritualidad en clínica. Participa como ponente en congresos de ámbito nacional e internacional.
El ponente tuvo un papel relevante en la mesa para acercarnos con claridad desde su formación y experiencia a la Espiritualidad en la vida y en el trabajo, cuestión un tanto controvertida en nuestra sociedad al confundirse fácilmente con religiosidad, asociada a veces a dogmatismos a pesar del trascendental papel que han tenido las religiones en la persona y en la historia de la humanidad, lo que cuido de diferenciar.
Su presentación versó sobre tres ámbitos que están interrelacionados. En primer lugar expuso su actividad profesional en contextos de sufrimiento y de dolor, donde las personas están necesitadas de un especial apoyo para asumirlos y poder superarlos. Son momentos en los que las personas toman consciencia de la fugacidad de la vida y les cuesta enormemente entender lo que les está sucediendo y por qué precisamente a ellas. La interconexión profunda entre padres e hijos afectados por una grave enfermedad genera un profundo dolor cuya aceptación es ineludible para poder superarlo. Es imprescindible el apoyo espiritual a los pacientes, a los familiares y también a los profesionales de la salud que están interviniendo en los procesos asistenciales, uno tras otro y de manera continuada. No es fácil positivar tales situaciones al prolongarse en el tiempo. Requieren de pausas y de altos en el camino que a las personas les cuesta aceptar. La meditación nos ayuda enormemente. Todos requieren de asistencia en una sociedad en que la muerte no es asumida como algo natural y consustancial con la propia vida. Tenemos constancia cómo estas situaciones de extrema gravedad se convierten en quienes han podido superarlas en motivos trascendentales de transformación personal para desarrollar una vida con más sentido, o sea una vida más plena. Cuando a las personas en el último momento de su vida, les preguntamos que cambiarían en su vida, la mayoría coinciden en que cuidarían más a las personas de su entorno, a sus seres queridos, y que posiblemente no dedicarían tanto tiempo al trabajo.
En segundo lugar, Mario se centró en el autocuidado del profesional de la salud, personas con un papel fundamental en nuestro sistema sanitario y en la sociedad. En la actualidad se observa un índice de absentismo alto en este sector por diversas razones. Aunque es una actividad eminentemente vocacional, la presión que se ejerce sobre tales profesionales, la limitación de recursos con reducción gradual de médicos por jubilaciones y la propia incapacidad personal de autocuidado, genera consecuencias negativas en las personas y en el sistema de salud. La pandemia del Covid ha generado una reconsideración del valor del trabajo en las personas, lo que incita a profesionales de la salud y también en otros ámbitos a no prolongar su vida laboral y a no soportar unas condiciones de trabajo duras. O sea, a exigir una mejor calidad de vida en el trabajo.
En ese autocuidado del profesional de la salud hemos incorporado la dimensión espiritual a través de la Meditación. Ya teníamos conocimiento de la utilidad del Mindfulness en las organizaciones y como las organizaciones a través del mismo están facilitando momentos de paz y de armonía en el trabajo, pero hemos querido ir más allá para integrar la meditación como algo cotidiano en nuestro trabajo. Al principio no fue fácil porque muchas personas ante las prisas que aquejan en la vida y en el trabajo, les cuesta encontrar momentos para la reflexión y la búsqueda interior, como si eso no fuera necesario para encontrarse bien y poder realizar un trabajo más eficiente y con sentido, cuando en realidad lo es.
En la última parte de su intervención expuso sus experiencias de cómo han desarrollado la meditación diaria, así como el instrumento Podcast que han implementado sobre “Sonidos del Silencio” para extender la meditación a todas las personas vinculadas a la institución. Ha sido un proceso gradual, lento. Se inició en un lugar de recogimiento, en la iglesia, pero por propia inquietud de personas participantes, se trasladó a lugares agradables no vinculados al trabajo, en lugares de esparcimiento abiertos al exterior y practicando la actividad de manera colectiva. La invitación personalizada y el boca oreja ayudaron a extender la actividad a más personas. Finalmente, se propuso la realización de una serie de Podcast para que las personas a libre iniciativa fueran practicando la meditación a su comodidad. Ha sido un éxito, y la mayor parte de profesionales de la Institución la practican con muestras de satisfacción. Confesó su interés en que la meditación fuera incorporada en el sistema nacional de salud
¿Qué entiende por espiritualidad en el trabajo? Que aporta, y como la han desarrollado?
La Espiritualidad en el trabajo permite como dije, que las personas encuentren un significado, un propósito en su trabajo en un entorno de cuidado y de afectividad, algo determinante para desarrollarse como persona y profesional.
El Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER) del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona va más allá de las paredes del centro con una nueva iniciativa cuyo objetivo es ayudar a todas las personas que necesitan apoyo y cuidados a encontrar momentos de paz y serenidad y conectar en el aquí y el ahora. Mediante métodos simples y contenidos asequibles en formato podcast, el SAER nos invita a llegar al SOSIEGO y la PAZ INTERIOR. Sonidos del silencio busca facilitar herramientas para continuar construyendo un sentido a la propia existencia y descubrir y nutrir la espiritualidad personal, sobre todo en aquellos momentos difíciles que pueden darse en el Hospital, aunque no únicamente. La iniciativa propone cuatro tipos de contenidos: silencios guiados, cápsulas de vida, relatos y cuentos, y textos de sabiduría espiritual. Cada lunes se publicarán nuevos contenidos, que pueden encontrarse en las plataformas Spotify, Apple, Podcasts e iVoox.
¿Cómo enfocáis las meditaciones (Mindfulness) para que nutra la espiritualidad?
Se ha ido introduciendo de manera gradual y voluntaria para lograr que la aceptación fuera creciendo y que la actividad fuera valorada por su utilidad. Empezamos como experiencia piloto para ir extendiéndola, atentos siempre a las demandas de los usuarios.
¿Cuáles son las dificultades para poner en práctica esta dinámica?
La principal dificultad son las propias exigencias de las tareas y también el modelo de sociedad en el que estamos inmersos, en donde no llega a entenderse aún la importancia de las pausas, del valor del descanso en el trabajo, y que ello es consustancial con su eficiencia y su calidad. Vivimos en una sociedad en donde la urgencia prima en todo, y dificulta saber priorizar lo que es importante en nuestras vidas y en nuestro trabajo. Vamos siempre corriendo, a veces sin llegar a ninguna parte.
MANUEL BESTRATÉN BELLOVÍ
Ingeniero Industrial y Arquitecto por la Universidad Politécnica de Cataluña. Consejero Técnico del INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo de España), Miembro fundador y Presidente de MIESES Global. Es especialista en Salud Laboral y Excelencia empresarial, siendo autor de más de un centenar de publicaciones en los últimos cinco años. Es una persona de referencia en el mundo de la Seguridad, Salud y Bienestar en el trabajo.
El ponente estructuró su exposición en tres partes. En la primera se refirió a la necesidad de entender las necesidades de las personas, habida cuenta que la salud es la integración, no solo de la salud física, mental y social que nos definió la OMS, sino también de la salud emocional y la salud espiritual. La mente necesita alimentarse y crecer aprendiendo continuamente para estar intelectualmente vivos, el corazón ha de mantener despierta la ilusión, la pasión por hacer cosas hermosas en la vida, en especial al servicio de los demás, disfrutándolas, y el espíritu en el centro para encontrar significado en la vida y por supuesto en el trabajo. Las personas sienten que su vida tiene sentido cuando tienen la oportunidad de aportar y de colaborar, de practicar la empatía y de establecer conexiones humanas en acciones útiles.
La pérdida de salud mental, como ha quedado de manifiesto, es un grave problema de la sociedad con inmensos costes sociales y económicos. La prevención psicosocial debiera ser determinante y asumida como valor para mejorar sustancialmente la organización, no como una exigencia reglamentaria más. Las personas, además de encontrar significado, deben poder auto controlar su trabajo, disponiendo de la autonomía, las competencias y la información que les permita tomar decisiones y actuar.
En la segunda parte se refirió a la dignidad en el trabajo, más allá del concepto de trabajo decente que propugna la OIT que es: un empleo productivo y seguro con una remuneración justa, disfrutar de protección social y haber diálogo social para poder expresarse con libertad. Añadió que el trabajo debe ser creativo o bien es pura explotación, debiendo la persona poder desarrollarse en él y encontrar pleno sentido en la vida. Manifestó que todo trabajo por sencillo que sea es digno, si la persona es consciente de la utilidad de lo que hace y aprende de ello para actuar con profesionalidad, está en un entorno social afectivo del que recibe apoyo y la ayuda necesaria para un buen desempeño, y como ser social, se siente reconocido y aceptado por el grupo al que pertenece.
Vivimos en un mundo complejo e incierto con un desarrollo insostenible. El sistema económico prevalente guiado por la competencia, el lucro y la continuada explotación de recursos de todo tipo ha favorecido el empeoramiento gradual de las condiciones de trabajo y el deterioro de la salud, sobre todo la mental. El informe Gallup nos indicaba en 2022 que solo un 9% de trabajadores se sienten implicados en lo que hacen (14% en Europa), 44% están estresados y solo un 27%, satisfechos. Solo humanizando y poniendo valor al trabajo podremos mejorar. El absentismo laboral ha superado el 6% anual, cuando hemos podido constatar que en las empresas excelentes no supera el 2%. Tengamos en cuenta que los incrementos de la productividad no se han utilizado para liberar a los seres humanos de trabajo y mejorar los salarios, sino para alimentar el crecimiento y la desigualdad.
No sirve culpabilizar al “sistema” o a quienes ostentan el poder de los males que sufrimos y tampoco justificar nuestra limitada implicación e inoperatividad, ya que ello no hace más que favorecer que todo siga igual. Evolucionaremos en nuestra forma de pensar y de actuar si nos esforzamos en conocer la compleja realidad en la que estamos inmersos, procuramos liberarnos de la presión y carga de subjetividad que nos condiciona, y nos implicamos estratégicamente en los procesos de cambio que el mundo necesita, empezando por nosotros mismos y actuando en nuestro entorno próximo.
Ante la actual crisis económica, energética, geopolítica,.. y sobre todo, de “valores”, que genera una Economía que mata como ha manifestado el Papa Francisco en su Encíclica “Laudato si”, es inaplazable una nueva Economía basada en el conocimiento, el bien común y la cooperación que favorezca una vida digna para todos. Una economía que gire en pro de la “PROSPERIDAD DE LAS PERSONAS” y no de la acumulación de capital. El Premio Nobel de Economía (1998), el bengalí Amartya Sen, un referente en Economía del Bienestar y la Justicia, manifestaba que “la prosperidad depende fundamentalmente de las “capacidades” que las personas tienen para vivir dignamente en un entorno de libertad, más allá de aspectos materiales”. Y quiero añadir: “Vivir dignamente, vivir bien, no consiste en tener más, sino en liberarnos de la presión del medio para vivir mejor con menos”.
En la parte final, el ponente expuso la visión del Movimiento MIESES para construir en las organizaciones, especialmente pequeñas, Salud y Prosperidad, situando a las personas en el corazón, guiados por los ODS. Destacó la necesidad de integración de la Salud laboral y la Sostenibilidad ante sus profundas afinidades. Solo podremos cuidar de manera efectiva a la Naturaleza si aprendemos a cuidar de las Personas y viceversa. Y ambas tienen valor estratégico para la organización. El primero es que los trabajadores encuentren “Propósito” en sus cometidos, realizando productos y servicios necesarios en condiciones dignas. El segundo, convertirlas en fuentes clave de innovación, esencial para la pervivencia empresarial ante las amenazas ambientales existentes y las exigencias de la ciudadanía, consciente de su trascendencia.
Expuso que el proceso que se sigue en MIESES está fundamentado en el diálogo y la escucha activa. En primer lugar, concienciamos en que hemos de evolucionar bajo un modelo de empresa saludable y sostenible que ponga en valor a las personas desarrollando sus competencias y optimice recursos. Es necesario partir del diagnóstico de la cultura empresarial existente (Modelo 4P/Personas, Prevención, Planeta y Prosperidad) y una precisa evaluación de riesgos, para establecer un plan de acción que supere las debilidades detectadas a partir de las fortalezas. Hemos de tener la visión compartida de generar una nueva cultura empresarial basada en valores a redefinir y que cuente con la participación activa de todos los miembros de la organización, la cual debe ir asociada a un liderazgo consciente y transformador, estando la innovación a punta de lanza en todos los ámbitos, empezando en los procesos clave.
En Mieses tratamos de conjugar tres aspectos fundamentales que guían nuestras decisiones para lograr una salud laboral transformadora y contagiosa; La Ética regida por valores que persigue la Bondad de nuestros actos y de los demás, más allá de reglamentos y normas, aunque sea necesario disponer de códigos éticos; La Estética que persigue la Belleza en sus múltiples expresiones. Las actividades preventivas deben ser sencillas, atractivas, sin complicaciones ni burocracia, diríamos que “sexys” para que puedan ser asumidas con alegría y plenitud; y la Espiritualidad, que persigue la Verdad y la Justicia. La asociamos a la Excelencia, a la Calidad integral de la organización, de las personas, de los productos y de los procesos. Una Calidad relacionada con la capacidad de establecer un diálogo provechoso con la realidad para entenderla, creando relaciones constructivas a todos los niveles. Una organización de calidad sería aquella que infunde a sus integrantes, esperanza, entusiasmo y una finalidad común, en lugar de utilizarlos.
¿Hasta qué punto cree que la salud mental depende de la salud espiritual y cómo potenciar tal interrelación?
Tengamos en cuenta que la Salud Mental, el grave problema que aqueja a nuestra sociedad, está estrechamente ligada a la Salud Espiritual de la que depende. Así como la primera podemos cuidarla mejorando el contenido y la organización del trabajo y las competencias de las personas, la Salud Espiritual está totalmente asociada al significado de nuestros actos, a su trascendencia, a la empatía y afectividad con nuestro entorno. La Espiritualidad no es un valor como tal, es lo que integra a todos los demás valores y les da sentido de unidad. Es lo que nos ha de proporcionar sentido y trascendencia a nuestros actos, encontrar su por qué y el para qué. Es esa dimensión mental que sobrepasa necesidades básicas y que nos posibilita dejar huella en esta vida. Representa un proceso de apertura a un ámbito vivencial que trata de desplazar el ego y lo material del lugar central. Es una nueva dimensión que la persona reclama desde lo más profundo de su “yo” para conocer y poder afrontar la realidad con plena consciencia y libertad, y así desarrollar su sensibilidad natural y su generosidad.
¿Por qué cree que el desarrollo de competencias debiera ser el sistema integrador de la gestión empresarial?
Apostamos por una gestión por competencias, integradora de todos los sistemas de gestión, con un liderazgo participativo, para que cada persona encuentre el equilibrio entre sus competencias y los retos o exigencias asumibles; Y pueda, en coherencia a las mismas, desarrollarse. Es necesario que las personas pudieran encontrarse la mayor parte de su tiempo en una banda central de equilibrio entre competencias y exigencias. Es lo que se denomina la zona de flujo. Sucede cuando estamos concentrados en lo que hacemos y a la vez serenos, con la mínima pero necesaria tensión estimulante, disfrutando del “placer atemporal” de la actividad. Es la Actitud que asumimos en la vida y en el trabajo lo que da valor a nuestras competencias, es lo que potencia en realidad nuestras capacidades transformadoras. Quiero añadir que las competencias esenciales deben ser exigidas con la formación en las mismas y evaluadas a través del desempeño. Las competencias se definen y construyen de manera transparente con los trabajadores, no se establecen verticalmente.
¿Cómo están implementando con éxito la participación activa de los trabajadores en los procesos de innovación?
La participación activa de los trabajadores en los procesos de innovación es la mejor manera de materializarla. La propia OIT manifestó que la información y consulta de los trabajadores en todo lo que les afecta debe ir asociada a la participación, y ésta debería prolongarse a la codecisión. La participación es vital para lograr la implicación; de ello depende el futuro de la organización habida cuenta que las personas son su principal activo. La OIT nos ha reconocido el valor de nuestro Modelo de actuación en las empresas al innovar en procesos clave y en competencias con la participación activa de los trabajadores. Fuimos el mejor proyecto europeo en su convocatoria del 2020 en la que participaron 683 proyectos de 96 países.
MODERADORA:
RENÉE Mª SCOTT AVELLANEDA
Ingeniera Técnica Industrial, diplomada de Alta Dirección por San Telmo Bussiness School, auditora IRCA en sistemas integrados de Gestión empresarial, experta en Prevención de Riesgos laborales y salud relacional. Creadora de varias metodologías en Cambio Cultural, Galardonada recientemente por EU-OSHA, Agencia europea para la Seguridad y Salud en el trabajo. Founder en ALIANZA PREVENTIVA, consultora especializada en diseño de estrategias de Excelencia Empresarial, Gestión de conflictos, Bienestar laboral. Opera internacionalmente en proyectos de Cultura Preventiva y Diálogo Social. Vicepresidenta de MIESES Global.
La moderadora concluyo que la Salud Mental es la asignatura que nadie nos dio. En la mayoría de los casos la vida y sus circunstancias han sido nuestras maestras. Urge pasar del “tabú” a la “maestría”.
En este tiempo que comenzamos, para unos, equinoccio de Invierno y para otros de Adviento, en que todos hablamos, esperamos y deseamos la Paz, me gustaría recordar unas palabras del Papa Francisco a los jóvenes; “No se puede dar Paz si no se está en Paz”. Hoy nos ha tocado vivir un tiempo de gran conflictividad, de falta de entendimiento entre los pueblos, por eso mi recomendación es poner FOCO en resolver los conflictos que hay en nuestro interior para poder resolver los conflictos que nos rodean.
Naciones Unidas, decía que “corazones y mentes necesitan estar en Paz”. Por eso vemos que es ya Vital poner la salud mental al frente de las respuestas a las crisis. Necesitamos visualizar que hay emociones que nos llevan a tomar malas decisiones y otras emociones que nos llevan a la abundancia de bienestar.
Es vocación de Mieses Global dar lo que tenemos, propósito, voluntad, entusiasmo por acompañar a la Pyme en su desarrollo. En resumen: Esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida común. (Rm 14,17-19)
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